domingo, 17 de diciembre de 2017

CRÓNICA DE VIAJE

DE CAMINO A TONGORRAPE



Una de las formas más interesantes de conocer el nivel de desarrollo de una sociedad, es analizar lo que sucede en determinadas comunidades. 

Permítanme contarles brevemente el recorrido cumplido hacia una comunidad un tanto desconocida, sin embargo ya son 21 años que es reconocida como Centro Poblado.

Partimos el domingo 08 de diciembre rumbo a la ciudad de Motupe, distrito del departamento de Lambayeque, ubicado al norte, a 136 metros sobre el nivel del mar, esta localidad es muy calurosa, llega su temperatura a promediar de 25° a más, y la distancia hacia nuestra capital regional de Chiclayo alcanza unos 79 km.

Motupe es considerado como “Capital de la fe y religiosidad popular”, porque es un pueblo profundamente religioso y celebra la gran festividad religiosa en honor a la Santísima Cruz de Chalpón, que promueve grandes peregrinaciones de fieles, quienes vienen de los diferentes recintos del país.


Ahora bien, nuestro recorrido es largo, y va más allá, casi llegando a Olmos, un distrito más de Lambayeque, a 15 minutos de Motupe, nos encontramos con “Tongorrape”. Seguramente la mayoría de ciudadanos de la región, no creíamos en la existencia de este lugar, no obstante nos centraremos en contar una realidad que involucra a todos los lambayecanos.






Tongorrape, en la actualidad, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI – es un centro poblado menor de Motupe, con una latitud de  -6.05556 y una  longitud de -79.6736, es visto como caserío o comunidad campesina, en la cual funciona una municipalidad delegada, en la cual habitan un promedio de 150 familias.

Lo mencionado son algunas características geográficas del lugar, pero ahondando más en lo que nos interesa saber, dialogamos con algunos pobladores de la zona, para saber y entender, cómo se desenvuelve esta comunidad, ante tantas adversidades, que ya iremos aludiendo.







De esta manera al llegar al territorio, nos encontramos con el paradero oficial de  motos de Tongorrape, efectivamente, se logró apreciar a los jóvenes en sus vehículos, seguidamente empezamos a transitar por el caserío.








Observando, mensajes del cuidado del ecosistema ambiental, tachos de basura igual con mensajes como “Pueblo, limpio”, pero al ir caminando más adentro la comunidad, nos dimos cuenta que hacían caso omiso a esos carteles, pues se hallaba basura en el piso por el parque, por los caminos etc.
Por otro lado, en el lugar, apreciamos instituciones púbicas, como dos colegios, un puesto policial (comisaría) y una iglesia, bueno el colegio es normal que esté cerrado, pero nos imaginamos que por ser domingo al menos la iglesia estaría abierta, pero no fue así. Además también se lograba observar las pequeñas tiendas alrededor de la zona.
Ya pasando la Iglesia nos encontramos con algunos habitantes, logrando charlar con Velicsa Santoyo, quien nos invitó a pasar a su hogar, la mujer nos comentaba que tiene 39 años de edad, es madre de tres niños y se desenvuelve únicamente como ama de casa.





Dentro del diálogo, nos mencionó que su esposo es carguero de agua y basura, pues cuenta con una moto-carguera, entre otras actividades económicas, los hombres trabajan cargando, no solo agua o basura, sino también piedra y arena para construcciones que se realizan cerca de su zona, otros, se desenvuelven como obreros en las fábricas, o como peones en las chacras, logrando recibir un sueldo de s/. 30.00 diarios.



Mientras que las mujeres se desenvuelven, como amas de casa, que atienen al espeso y a los hijos,  cuidado de animales,algunas con mayor sustento económico si tienen su negocio propio como las tiendas que logramos observar, nos comentan que existen aproximadamente 15 tiendas, las cuales abastecen a todas la familias para su interdiario, y de algún modo, “es mejor porque así ya no vamos hasta el mercado de Motupe, a adquirir nuestros alimento” comentó Veliccsa.


Las casas del lugar, en su mayoría son de adobe y quincha, una minoría de material noble, también al seguir dialogando con los pobladores, nos expresaron su incomodidad, pues en sus vivienda, dentro delos servicios básicos, solo cuentan con luz, no existe ni agua ni desagüe, lo que sí posee esta comunidad, son dos norias, que abastecen a todas las familias, cabe mencionar que esa agua, es cargada en baldes hasta sus casas.

Ahora, como les mencionaba al comienzo, se apreciaron algunas instituciones públicas,  como la posta de salud, los habitantes de Tongorrape nos comentaban que el  horario de atención es de lunes a viernes de 7: 00 a.m. a 1:00 p.m. “Si sucede alguna emergencia en la tarde, acá se mure uno”, levantó la voz uno de los presentes, muchas veces se tienen que ir de emergencia a la posta ubicada en Motupe, gastando tiempo y dinero.


Además, no se encuentra debidamente equipado, mucho menos con la medicina necesaria para sanar ciertas enfermedades, quienes trabajan en este centro de salud, son el doctor, la enfermera, una obstetra un técnico de historias clínicas y un técnico farmacéutico.

Por parte de EsSalud, nos dicen que en lo que va del año se han realizado dos campañas médicas, una es en contra de la anemia y la otra es vacuna hacia los niños menores de 5 años, para completar cualquier vacuna que le haga falta.

Dentro del centro poblado también se ubican dos instituciones educativas, la primera es el Jardín Inicial N° 226 y el colegio Elmer Cortez, el cual alberga a niños de primeria y secundaria, a pesar de eso, los niños que tienen posibilidades se van a estudiar a los colegios particulares ubicados en el centro de Motupe. Evidenciando que la calidad de educación que se ofrece nos es la mejor.

Asimismo otro de los problemas que nos comentan es que los salones de clase son muy bajos y de techo tienen calaminas de eternil, lo cual provoca la asfixia y ahogo en los menores, más aun cuando llegan las temporadas de verano. Aparte de que se quejan de los docentes, pues muchos de ellos no llegan a dictar las clases, incluso  se sabe de un caso de abuso por parte del docente hacia una menor. Por otro lado comentaron que el jardín de niños, si está equipado y con excelentes profesionales de la educación

En un principio expresamos que la comunidad también tenía su puesto policial, sin embargo no funciona como tal, sino más bien actualmente funciona como municipalidad de lunes a viernes, lo mencionado tiene una razón de ser, pues el caserío es tranquilo, no entran a robar a la casas, por el mismo hecho de que es pequeño y todos los habitantes se conocen,  solo  se necesita de resguardo policial, cuando celebran sus fiestas, pero es traído desde Motupe.
Otra curiosidad escuchadas fue, el mantenimiento esporádico de la capilla de la Cruz de Tongorrape, por ejemplo nos expresaron, que se limpia cada vez que ejecutan una misa en conmemoración a un fallecido, eso quiere decir que la tradición que comúnmente nos exige la iglesia católica de ir todos los domingos a misa, no es acatada por ellos, además de que el párroco que ofrece las celebraciones eucarísticas no pertenece al caserío, sino se tiene que ser solicitado a la Iglesia ubicada en Motupe a través del pago correspondiente.
Existe una gran dificultad en ponerse de acuerdo tanto los pobladores con el alcalde, o viceversa, los puentes de comunicación no fluyen, pues nos comenta que el alcalde promete muchas cosas, como el agua para todos, pero por el contrario, siguen padeciendo la falta de esta necesidad básica, también ya han ocurrido faltas de respeto por ambas partes. No obstante, existe una agrupación dentro de Tongorrape, denominada “Comunidad Campesina de Tongorrape”, su local comunal es en la capilla, sin embargo según los pobladores, esta agrupación está envuelta en conflictos internos, pues no logra hacer cumplir y respetar su misión de ser la voz de todos los comuneros “No son sinceros, obran de mala fe”, expresaron.
Por otro lado, solo se reúnen o se sienten motivados para organizarse en sus celebraciones como el aniversario de Tongorrape, o el aniversario de la Cruz de Tongorrape, donde participan de las denominadas “Mingas” para pintar la  iglesia y limpiar su comunidad



Otro problema que se pudo observar es que no existe un cuidado medio ambiental, pues la basura se localiza regada en el parque, hasta por el área de juegos recreativos de los niños, sin embargo, como le mencionaba en un principio, se encontraron mensajes en los árboles del parque, como ¡Prohibido votar basura!, según nos cuenta Amelia hace un par de años atrás, llegó un cuerpo de paz de Estados Unidos, una ONG encargada del medio ambiente, la joven voluntaria de este proyecto de cuidado al ecosistema, era la que realizaba el trabajo, pues pasaba por todos los rincones del pueblo recogiendo papeles, botellas, basura, con la ayuda de una carretilla, lo cual no generó ningún cambio en los habitantes, debido a que hemos observado todo lo contrario. “A los tongorrapeños nos entra por una oreja y nos sale por otra”. Además, no existe camión de basura, ni siquiera de Motupe, el señor Demetrio Sánchez Zapata, nos menciona que realiza la labor de carguero de basura, recibiendo un pago monetario, su trabajo consiste en recoger la basura de su hogar y de las casas vecinas, y las a va a depositar a un descampado cerca de Olmos, llamado Relleno Sanitario, donde queman la basura, nos informaban que en el presente, hay otro cuerpo de paz que se dedica a trabajar con jóvenes, en orientación.

Cabe mencionar que esta comunidad también fue afectada por el llamado Niño Costero, lo cual ocasionó el  derrumbe de las casas, de ciertas partes de las escuelas, de igual forma estuvieron incomunicados por largos días, sufrieron de diversas plagas y enfermedades, y se puede decir que hasta el día de hoy se siente el padecimiento en  las pistas, pues siguen en un estado que dificultan el tránsito, y es preciso señalar también, que algunas de las familias están viviendo en casas de esteras. No podemos ser ajenos a la cantidad de dificultades por las que viene transitando Tongorrape, sin embargo según nos cuentan os mismos pobladores, han recibido algún tipo de ayuda, y lo poco o mucho que recibieron parece que no lo pudieron aprovechar, es notable la dejadez, falta de interés y compromiso por salir adelante, pues el protagonismo de cada uno de ellos, se ha visto opacado por sentimientos de resentimiento, desilusión y decepción, lo cual no permite que ellos avizoren grandes cosas, sin embargo cabe la posibilidad de que alguno de ellos si tengan esa chispita encendida en su interior de querer cambiar las cosas.

De regreso a casa me di cuenta que no estaba todo perdido, pues por un momento la desilusión de saber que como esa realidad palpada, de seguro existen muchas más, me albergaba, pero también soy consciente, de que consta la otra cara de la moneda, y es aquí donde reflexiono por todas las comunidades que logran vencer miedos y de una forma concreta logran levantar y revalorar su autoestima como seres que vienen a este mundo a cumplir un propósito.Y  bueno estamos a un paso de ser comunicadores sociales, quienes sirven a la sociedad pero no como esclavos, sino mostrando compromiso a favor del desarrollo, defendiendo y revitalizando el espacio público, desde un pequeño, minúsculo y refundido lugar, es por allí donde comienza el significado de comunicación en desarrollo.