Un camino que se inició hace un
poco más de 1 año y que en este momento muestra sus primeros frutos, hoy quiero
contarles de las mujeres de “Aurora”, proyecto que viene marcando la diferencia en el
desarrollo humano de las mujeres de la Clake, un caserío de la localidad de
Reque del departamento de Lambayeque.
Después de conocer la realidad en
la que se encontraban las señoras claketanas que en un primer momento estaban
envueltas de conformismo, y no se atrevían a salir de su zona de confort, pero
gracias a esa pequeña lucecita de esperanza que se transmitía en cada sesión,
en cada actividad que compartíamos juntas, hoy se observa los primeros síntomas
de liberación y se expresan como tal, mujer empoderada y emprendedora, al
principio fue difícil, pues ¿Quién dijo que el camino hacia las grandes cosas
que te causan satisfacción humana y social son fáciles? Y bueno hoy se marca
claramente “un antes y “un después” gracias a los procesos de comunicación, que
dicho sea de paso es esencial para el impulso humano, y es fundamental para
ampliar las prácticas de empoderamiento.


El entusiasmo es contagiante y si al principio alguna mujer claketana se encontraba en duda de si seguir o no, como la señora Lindomira, o Natali en la actualidad vemos que desaparecen, pues se dan cuenta de que su calidad de vida mejora, pues las primeras acciones ya vienen dando fruto, lo que vienen trabajando, les genera recursos, y da alegría saber que no solo es el dinero lo que les causa satisfacción, sino como las relaciones entre ellas, ha generado un buen trabajo en equipo, que se siente el esfuerzo de cada mujer, en el momento se están dando cuenta que es necesario también poner de su parte, y ellas se atreven para lograr lo que se proponen.
Por otro lado, la señora Caty, la señora Sandra, Ana y Dianita que desde un principio se mostraron optimistas, hoy observan a
su alrededor, y ven que ellas utilizan mejor su tiempo que algunas vecinas, que
han logrado administrar sus espacios,
ven con otros ojos la realidad que las rodea, y también son fuente de
inspiración y tentativa para el resto de mujeres de la localidad, porque toman conciencia que hasta
el último momento cada decisión que ellas tomen afecta en las oportunidades
que se les presente.
Es un camino que se acorta para nosotras pero se alarga para ellas, el cambio es constante, y las muestras se evidencian al conseguir entender por sí mismas las cuestiones y asuntos, lo consideran y debaten sus ideas, negocian y participan de cada encrucijada que se les presente, de este modo los esfuerzos provocados de las mujeres claketanas dan razón a su sostenibilidad, y estamos dispuestas a seguir dando todos los pasos que se necesiten dar.
Dulce,
ResponderBorrarSí pues, el desarrollo es también negociación, aunque no sea un negocio.